

Muchas veces asociamos la ganancia de masa muscular con el mayor consumo de carbohidratos, ya que estos nos proporcionan energía para aumentar la intensidad del entrenamiento. Sin embargo, entrar a un periodo de tiempo en un régimen de alimentación bajo en carbohidratos podría ser beneficioso para mejorar nuestra capacidad de acceder a nuestras reservas de grasa y reservar el glucógeno para esfuerzos de alta intensidad y a la vez, perder más grasa.
Existe algo llamado flexibilidad metabólica, que es la capacidad de cambiar rápidamente de combustible, según la disponibilidad y la necesidad. Nuestro cuerpo puede procesar cuatro tipos de combustible: proteína, carbohidrato, grasa y alcohol.